A decir verdad el cuento ¨Los dos reyes y los dos laberintos¨, si bien es corto, no me fue de fácil comprensión. Quizá por el vocabulario que decidió emplear su autor Jorge Luis Borges. Creo yo que la historia se basa en un primer rey (de Babilonia) egoísta; engreído, dicho cotidianamente ¨aquel que cree que se las sabe todas¨; inalcanzable, ya que con sus actitudes demuestra creer ser una persona que esta por encima de todo y de todos, inclusive de otros reyes; veo también que cree ser el más inteligente de los hombres, únicamente él puede atravesar grandes obstáculos como el laberinto planteado en el cuento y los demás, como el rey árabe, no serían capaces de aventurarse y lograr salir. Respecto a esto último, el rey de Babilonia subestimó al rey árabe y se burló de él ya que, lo adentró en el laberinto creyendo que le sería imposible encontrar la salida y así quizá, mostrar su superioridad ante el rey visitante. Es cierto que al rey árabe le resultó dificultoso encontrar la puerta, pero no emitió queja alguna. Luego al final del cuento le dio una gran lección al rey de Babilonia; aquel que creía ser una persona intocable, un Dios quizás, tuvo que enfrentar una situación que acabó con su vida. El desierto al que lo llevó el segundo rey (árabe) luego de derribar sus castillos y romper a su gente; le mostró que no era un mayor, que su inteligencia fue útil para todo pero suficiente para nada ya que no pudo salvarse de su destino. Por tanto murió solo, muerto de hambre y sed.
Desde mi punto de vista, el aprendizaje que nos deja Borges es que no debemos ser egocéntricos, no somos el centro del mundo y no gira todo alrededor nuestro; tampoco burlones, porque uno nunca sabe las vueltas de la vida; y por último no tenemos que subestimar a las personas, porque nunca sabremos que son capaces de lograr.
Siguiendo con la lectura del segundo cuento ¨Los asesinos¨, debo reconocer que algún sentido debe tener pero a mi me cuesta encontrarlo. El vocabulario por suerte, es cotidiano y a mí me gustan mucho los cuentos que se desarrollan en diálogos. La situación que se presenta es también cotidiana pero, su comprensión es complicada. Hay tres hombres en un bar: el que atiende (George), el cocinero (Sam) y un cliente (Nick); se adentran en el lugar dos hombres (Al y Max) que para resumir, buscan un hombre llamado Ole Andreson para matarlo. Tal hombre suele ser muy recurrente al bar en el horario de las seis; Sam y Nick fueron atados en la cocina por Al, y George se mantenía atrás del mostrador como de costumbre junto a Max que estaba sentado detrás de este. Esperaron en estas condiciones hasta pasadas las siete, y Ole nunca llego. Una vez que estos dos hombres se retiraron, Nick fue a visitar a Andreson para contarle lo sucedido; increíblemente, para mí, Ole ya sabia que estos hombres lo buscaban y no pretendía hacer nada al respecto, que no iba a escapar. Contaba también que se había equivocado, que no había nada por hacer y que pronto se decidiría a salir.
Lo más impactante es que el cuento termina así, sin saber que pasa con Ole Andreson. Solo puedo ver que era un hombre consciente de sus errores, que sabía que se había equivocado y que no quería seguir escapando. No podía hacer algo para evitar la situación porque creía que se merecía lo que le iba a suceder, si bien en lo narrado aún no había hecho frente a los dos hombres (asesinos), creo yo que fue porque aún no estaba preparado, aunque aceptara que ese era su destino.
Además que Nick quiera marcharse del pueblo nos demuestra a nosotros como lectores que no entiende el mundo en el que vive y eso lo atormenta. Alertar a Ole y notar que éste no quiere manifestarse hace que se replantee qué le pasa a las personas que lo rodean, que sabiendo lo que va a suceder no hacen nada para salvarse.
Quizá el aprendizaje que quiere dejarnos Ernest Hemingway es que debemos reconocer cuando hacemos las cosas mal y no debemos escapar de las consecuencias que traen nuestros actos, por más grandes que sean tenemos que enfrentar la situación que se nos presente.
Comentarios
Publicar un comentario