Está escrito en subjuntivo. Es abierto. Te permite ir imaginándote todo.
La segunda persona no es muy habitual en el cuento porque sería dirigir la palabra muy fuertemente a el otro; y por otro lado el subjuntivo, al que hice mención en el párrafo anterior, le da una especie de misterio, una especie de "supongamos que" puede pasar o no.
La historia superficial hace referencia a el personaje que no recuerda, esta en una habitación. Se encuentra con un hombre que se llama Subjuntivo y este le da una tarea.
Por otro lado, la historia profunda. Hay cierta motivación de venganza, de ajuste de cuentas y para que funcione debe haber una memoria del hecho, de por qué se están ajustando esas cuentas.
Aparece la elipsis.
El cuento tiene ambigüedad, uno se va creyendo lo que se dice.
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