Esa mañana estaba con Pablo,
en la terraza.
La luz del sol radiante
no me dejaba mirarlo,
sé que es guapo,
pero también peligroso.
Me cuesta dejarlo ir,
pero Alberto es mejor para mí.
Hay mucha pobreza,
y poco amor.
Aunque nos cueste admitirlo,
en el fondo lo sabemos
No sé si verdaderamente somos felices,
para mí que no.
Así es la puta vida.
Hay mucha pobreza,
y poco amor.
Pablo mira su columpio,
muy triste,
y no lo entiende.
Alberto, el padre, mira al niño:
así es la vida, hijo.
Comentarios
Publicar un comentario