24 de marzo.

    El 24 de marzo se celebra el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, dado que la fecha coincide con el 45° aniversario del último golpe cívico-militar en Argentina.

    Debido a la conmemoración he decidido conversar con la pareja de mi mamá, Mario Giorgi (64 años), para que me relate su vivencia personal durante este período ya que en aquel momento el entrevistado, tenía 18 años y se encontraba cursando su último año de secundaria en la ciudad de Pergamino. Además del colegio, desde muy chico ya trabajaba como modelo para una agencia en Buenos Aires y, debido a esto, algunos días de la semana viajaba a Capital para cumplir con sus responsabilidades laborales. 

    Comienza contándome que, desde el momento que se instalaron por la fuerza los militares en el gobierno comenzó el llamado ¨Proceso de Reorganización Nacional¨ y que él, fue una víctima de tal.

    Durante la dictadura muchas cosas estaban prohibidas, una de ellas era la libertad de expresión y esto, fue algo que a él le costó mucho asimilar ya que se considera hasta el día de hoy, un hombre al que le gusta expresar sus ideas y discutirlas con los demás. A partir de esto Mario, comenzó a narrarme un hecho que hoy en día a mí me cuesta creer; en el transcurso de su último año fue expulsado del colegio por poner en manifiesto que sus ideas políticas eran de derecha esto quiere decir, contrarias a las ideas que las Fuerzas Armadas querían imponer. Con lágrimas en los ojos, me confiesa que aquel día marcó su vida y la de su madre, una persona que criaba a su hijo sola por la ausencia de su padre.

    Una vez fuera del sistema educativo, decidió comenzar a aprender de forma independiente, pero eso requería en aquellos tiempos, de libros. Mario comienza entonces, a leer aquellos libros que resguardaba en su casa. Un día, su madre descubre que esos libros desafortunadamente, estaban censurados por el actual gobierno. Le pidió, en consecuencia, que los enterrara en el patio de su domicilio por miedo a que la policía se adentrara, lo encontrara leyéndolos y se lo llevara por la fuerza.

    En sus viajes por trabajo, recuerda el gran control que había en Capital. Tal como me expresó él y como ya todos sabemos, había ¨toque de queda¨ esto significaba la prohibición o restricción nocturna, establecida por los militares, de circular libremente por las calles de la ciudad, permaneciendo únicamente en sus hogares. Sucedió que, en una ocasión, lo encontraron deambulando con un amigo porteño fuera de los horarios permitidos. Entonces, un Ford Falcon color verde perteneciente a las Fuerzas Armadas que estaba destinado a controlar, les pidió documentos, los revisó de pies a cabeza y además, les preguntó a qué se debía su salida si no era para alguna urgencia; por gran suerte, suspira Mario, se apiadaron de ellos ¨los rebeldes¨ y no los llevaron detenidos. Expresó que ambos sintieron un gran temor en ese momento ya que dada la situación y sin tener excusa válida, podrían habérselos llevado sin regreso. Tal fue el caso de los desaparecidos, muchos de ellos cautivos por ideas políticas distintas a las de aquel gobierno, o por incumplir con los reglamentos dictados. Hoy en día sus madres, conocidas como ¨Madres de Plaza de Mayo¨, están reunidas en búsqueda de verdad, memoria y justicia por la desaparición forzada de sus hijos a manos del Estado argentino durante la dictadura.

    Con estas experiencias en carne propia, Mario sostiene que fue una etapa muy dura para él y su madre, su situación económica tampoco ayudaba. Cuenta vivir momentos que quedarán en su memoria por siempre y no solo por lo antes mencionado; para él, no poder expresar lo que pensaba le quitó fuerza. Me ve a mí y comenta la suerte que tengo de vivir en democracia por todo lo que conlleva una dictadura.

    Concluye la conversación con total sinceridad tomándome de las manos y diciéndome que, el 24 de marzo de 1976 jamás debió existir, jamás deberá existir otro igual y que memoria, verdad y justicia son mucho más que solo palabras. Anhela desde lo más profundo de su corazón, NUNCA MÁS.





Comentarios

  1. Me gusta el enfoque de un joven en aquella época, y el reafirmar desde todo punto de vista que lo que pasó realmente NUNCA MÁS tiene que volver a suceder.
    Te felicito!

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